De taal van bladeren onthult wat vorm, kleur en structuur zeggen over een plant.

Cada planta habla un lenguaje silencioso pero claro. No con palabras, sino a través de sus hojas. Observar detenidamente la forma, el color y la estructura de una hoja revela cosas sorprendentes sobre el hábitat, las necesidades y las estrategias de supervivencia de una planta. En este minicurso sobre el "lenguaje de las plantas", aprenderás a reconocer -y, sobre todo, a entender- las señales más importantes.

Origen

La hoja como reflejo de su hábitat

Las hojas evolucionaron para ayudar a las plantas a sobrevivir en condiciones específicas. Pensemos en el sol intenso, la sequía prolongada, los bosques sombríos o, por el contrario, las copas húmedas de los árboles. Gracias a estas adaptaciones evolutivas, a menudo podemos saber por la hoja de dónde procede una planta y cuál es la mejor forma de cuidarla.

Orquídeas Vanda con hojas en un jardín tropical

¿Hojas gruesas y carnosas?

Es probable que la planta proceda de un clima seco o cambiante y almacene agua, como en las suculentas o ciertas orquídeas como la Phalaenopsis.

¿Hojas finas y translúcidas?

Entonces es probable que la planta crezca en un entorno sombrío y constantemente húmedo, por ejemplo, bajo el dosel de una selva tropical.

¿Hojas con raíces aéreas o escamas?

Suele tratarse de una epífita, una planta que vive en los árboles, como muchas otras. Tillandsiaorquídeas.

Características

Los sutiles toques de textura y color
La superficie de las hojas dice mucho sobre la función y la sensibilidad de una planta. Éstas son algunas de las características más destacadas que puedes aprender a "leer":

Hojas aterciopeladas o peludas

No sólo tienen un tacto agradable, sino que ayudan a la planta a retener la humedad o a filtrar la luz solar. Suele verse en plantas de zonas de semisombra.

Hojas brillantes y gruesas

Las hojas lisas y coriáceas suelen ser más resistentes al sol y están mejor protegidas contra la desecación.

Hojas coloreadas o jaspeadas

Los tonos rojos, morados o plateados actúan como gafas de sol: protegen del sol brillante o ayudan a utilizar la luz de forma más eficiente en la sombra.

Agujeros o hendiduras en la hoja (como en Monstera)

Esta adaptación ayuda a dejar pasar la luz y el viento, lo que resulta útil en entornos selváticos densos.

Cuidado: así se utiliza en la práctica el lenguaje de las hojas

Quienes dominan el lenguaje de las hojas pueden evitar muchos errores en el cuidado. ¿Ves que una hoja se cae, se vuelve opaca o cambia de color? Entonces la planta está intentando dejar algo claro. Algunos consejos prácticos:

¿Siente la hoja caliente y rígida?

Es posible que la planta esté expuesta a un sol demasiado intenso.

¿La hoja se vuelve más fina o blanda?

Si es así, puede que no esté recibiendo suficiente agua o humedad.

¿Se curvan los bordes?

Suele ser un signo de estrés por sequía o de corrientes de aire.

¿Las hojas nuevas siguen siendo pequeñas o deformes?

Entonces puede haber falta de nutrición o de luz.

Así que las hojas son algo más que decoración verde. Son la voz de la planta, sutil pero clara para quien esté dispuesto a escuchar. Mirando y palpando con atención, puedes entender mucho mejor las necesidades de tu planta y responder en consecuencia.

Plantas epífitas creciendo sobre musgo en el tronco de un árbol

Reconocer una epífita de un vistazo

Un ejercicio divertido: observe cualquier planta y hágase tres preguntas:

  1. ¿Tiene la hoja una superficie cerosa o gruesa?
  2. ¿Ves brotes o raíces aéreas en la base?
  3. ¿Hay poca diferencia entre el "haz" y el "envés" de la hoja?

¿Puede ver dos o más veces 'Si'? Entonces probablemente se trate de una epífita, una planta que crece de forma natural en lo alto de los árboles y que, por tanto, necesita condiciones aireadas y bien drenadas.

¿Quieres entender mejor a tus plantas? Empieza por la hoja: te dirá todo lo que necesitas saber. Sólo tienes que aprender a leerla.

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