Quizá se haya dado cuenta de que hay muchos cruces artificiales no sólo de especies, sino también entre géneros de orquídeas. Por ejemplo, la codiciada orquídea negra 'Fredclarkeara After Dark' es un cruce creado a partir de una Catasetum, una Clowesia y una Mormodes. Aunque también se dan orquídeas híbridas en la naturaleza, se trata de una rareza y la mayoría son creadas artificialmente por el ser humano por diversas razones estéticas. Pero, ¿por qué la naturaleza no lo hace tanto, si es que lo hace, cuando los humanos consiguen producir híbridos de orquídeas?
Polinización simbiótica
Las orquídeas silvestres suelen depender de polinizadores específicos, como ciertas moscas, mariposas, pájaros o abejas. Las orquídeas suelen tener flores complejas adaptadas a la morfología y el comportamiento de su polinizador específico. Esto hace que el polen de una especie de orquídea no llegue fácilmente a una flor de otra especie o género. Esto reduce la probabilidad de cruces.
Aislamiento reproductivo
Muchas orquídeas se han adaptado para aislarse reproductivamente de otras especies mediante la selección natural. La orquídea puede hacerlo mediante diferencias de color, olor, época de floración o momento de atracción o apertura de las flores. Esto limita aún más las posibilidades de polinización cruzada con otras especies o géneros.
Aislamiento del hábitat
Las orquídeas son organismos complejos que a menudo dependen de condiciones climáticas muy específicas. En la evolución, las especies se han adaptado a su entorno. La separación geográfica o la ocupación de nichos diferentes de dos especies es algo habitual entre las orquídeas en estado salvaje. El aislamiento geográfico y ecológico impide que las distintas especies se encuentren. Las posibilidades de que los insectos u otros animales polinicen las especies se reducen.
Evolución lenta
Las orquídeas no sólo pueden envejecer mucho, sino que el tiempo que tarda una orquídea en madurar y florecer suele ser de años. Muchas otras plantas tienen ciclos vitales más cortos, por lo que la evolución de las orquídeas también suele ser mucho más lenta. La evolución artificial también es lenta en comparación con muchas plantas de interior tropicales verdes, por ejemplo.
Genéticamente no hay rival
En muchas especies, las semillas pueden desarrollarse tras la polinización con otra especie, pero las semillas no son viables. Esto se denomina incompatibilidad genética.
Evolución artificial
Todos estos elementos hacen que sea muy difícil y a veces imposible cruzar especies en la naturaleza. Por eso, los híbridos especiales que aparecen estéticamente bellos en nuestras páginas a menudo no podrá encontrarlos en la selva tropical. Éstos han sido especialmente seleccionados y criados por profesionales expertos por diversas razones. Los colores azul, blanco y negro, en particular, suelen intentar ser artificiales. Este proceso de ensayo y error lleva años debido a los largos ciclos de vida de las orquídeas.
En resumen, estos factores dificultan el mestizaje de las especies de orquídeas en la naturaleza. Esto puede explicar la rareza de los híbridos naturales.