Las orquídeas son una de las plantas de interior más populares por sus propiedades estéticas. Sin embargo, estas bellezas a veces son motivo de preocupación, sobre todo cuando una orquídea empieza a tener hojas amarillas. Se trata de un problema común, del que estaremos encantados de informarle como cultivadores experimentados desde hace más de 20 años y aficionados desde hace más de tres décadas.
¿Proceso natural o problema?
Una hoja amarilla en una orquídea no siempre es motivo de preocupación. A menudo se trata de un proceso natural en el que las hojas más viejas mueren y crecen otras nuevas. La planta obtiene energía de las hojas viejas. Este proceso puede observarse a menudo en Phalaenopsis orquídea (orquídea mariposa). Cuando varias hojas empiezan a ponerse amarillas, es el momento de analizar la causa.
Riego incorrecto
¿Cuál es la principal causa de las hojas amarillas en las orquídeas? Una dosis de riego incorrecta.
Demasiada agua
Muchas personas que ya tienen plantas de interior, como una Anthurium, tenían y ahora tienen una Phalaenopsis comprar una orquídea, estarán acostumbradas a mantener la tierra de la maceta ligeramente húmeda. Sin embargo, en el caso de una Phalaenopsis orquídea, este no es un buen plan. A las orquídeas les encanta la humedad, pero odian el agua estancada a sus pies. Por eso, las hojas amarillas suelen ser el primer aviso de la planta. Compruebe atentamente si las raíces son marrones, blandas y blandas.
No hay suficiente agua
Las hojas amarillas de una orquídea también pueden ser señales de falta de agua. Cuando se deshidratan, las hojas se vuelven amarillas y lacias. Riegue la orquídea con regularidad, pero evite dejar agua en la maceta.
Demasiada luz
En las selvas tropicales, las orquídeas suelen crecer a la luz del sol filtrada. La luz solar directa es algo a lo que son sensibles y puede causarles quemaduras. Esas quemaduras pueden ser la causa del amarilleamiento de las hojas.
Por tanto, coloque siempre una orquídea bajo luz solar filtrada y preferiblemente en un lugar donde el sol de verano no pueda brillar demasiado, como una ventana orientada al norte o al este. El uso de visillos u otras cubiertas para ventanas es un consejo a tener en cuenta en este caso.
Abonos: ¿Falta o sobra?
Una carencia de los principales nutrientes de las orquídeas (nitrógeno, potasio, magnesio y fósforo) puede provocar síntomas como hojas amarillas. Sin embargo, una fertilización excesiva por acumulación de minerales puede provocar los mismos síntomas y, además, dañar las raíces.
En el caso de las orquídeas, utilice sólo abonos adecuados para ellas y abone únicamente durante el periodo de crecimiento, entre marzo/abril y agosto/septiembre.
Plagas y enfermedades
Las hojas amarillas de las orquídeas pueden ser un signo de enfermedades, como infecciones bacterianas o fúngicas, pero también de una plaga.
Infecciones fúngicas y bacterianas
Para las infecciones fúngicas, es aconsejable tratar las hojas afectadas con un fungicida adecuado o una solución de peróxido de hidrógeno al 1-3% en agua limpia.
Plagas
Controle regularmente la planta para detectar trips, arañas rojas y cochinillas, entre otras plagas. Pueden alimentarse de la planta y amarillear las hojas. También existen plaguicidas especiales para orquídeas.
Temperatura y humedad
Si algo odian las orquídeas son las fuertes fluctuaciones de temperatura o el aire seco. Unas condiciones demasiado frías o demasiado calurosas pueden causar estrés y, como consecuencia, hojas amarillas en las orquídeas.
Temperatura óptima
A la mayoría de las orquídeas les gusta una temperatura de entre 18 y 25 grados centígrados. Pero también hay especies más frías y más cálidas. Así que fíjese bien en las necesidades individuales de la especie de orquídea que tenga.
Aumentar la humedad
La humedad es especialmente importante en invierno, cuando se enciende la calefacción. Utiliza un humidificador, coloca bandejas con agua o cuelga unos evaporadores de agua en el radiador.
Resumen
Las hojas amarillas de las orquídeas suelen ser una señal de que algo va mal. Con los cuidados y el "diagnóstico" adecuados, a menudo podrá salvar su planta. Ya sea debido al agua, la luz, los nutrientes u otros factores, con un poco de paciencia y atención puedes solucionar el problema.
Siguiendo las tácticas adecuadas y observando la planta de cerca, su orquídea empezará a crecer sana de nuevo. ¡Y puede que pronto su orquídea le recompense con otra floración!