Consigue un cuidador de plantas, un vecino o una canguro
La opción más segura es contratar a un ayudante para que cuide de tus queridos bribones verdes. Aquí puedes hacer una lista de instrucciones para el cuidado de tus plantas. Ten en cuenta los cambios de tiempo. El calor y el sol extremos requerirán más agua que cuando hace frío y llueve. Para evitar dañar las plantas, puedes colocarlas un poco alejadas de la ventana. Así es menos probable que las hojas se quemen.
Crea un sistema de riego
Si vas a estar fuera más tiempo y no puedes contratar a un cuidador, también puedes crear un sistema de riego colocando boca abajo en la maceta una botella con agua y unos agujeros en el tapón. Esto es menos fiable, por supuesto, ya que el agua no se distribuye ordenadamente y no puedes regar más o menos en función de las condiciones.
Asegúrate de que no haga ni mucho frío ni mucho calor
El calor suele hacer que las plantas crezcan mejor, pero también tiene una gran desventaja: tus plantas tienen sed más rápido. Por eso es mejor dar a tus plantas un poco más de agua antes del viaje y ponerlas en un lugar más fresco o intentar mantener la casa más fresca (sin que el aire se seque por culpa de un aparato de aire acondicionado, por ejemplo).
Sin embargo, el frío también tiene efectos perjudiciales para las plantas. Por ejemplo, las temperaturas demasiado bajas o variables pueden causar daños a tus plantas. Si hace demasiado frío durante mucho tiempo o la temperatura varía demasiado, las plantas pueden incluso morir. Así que ajusta el calefactor a la temperatura mínima necesaria para la buena salud de tus amigos tropicales.
Dale suficiente agua antes de viajar
Otro consejo para los amantes de las plantas que se van de viaje es regarlas un poco más de antemano. No para ahogarlas, por supuesto, sino para que tus plantas de interior tengan menos probabilidades de que se les seque la tierra cuando viajes. Especialmente en un viaje corto, esto es todo lo que hace falta para cuidar de tus plantas. Tal vez el viaje que has planeado sea lo suficientemente corto como para mantener sanas tus Philos, Monsteras y otras bellezas verdes.
Sobre todo, fíjate bien en las necesidades individuales de tus plantas. Y luego decide qué es lo mejor para ti.